“Proyecto Margarita”
Por Jairo Guevara Arroyo
A mi amigo Julio Márquez y a su
esposa.
Porque cuando veo su lucha,
confirmo que Dios existe.
Un movimiento recorre el país.
Como una gota de agua que cae del grifo, de manera lenta,
pero constante, todos los días insiste en su peculiar interés.
Se trata de un movimiento político, de particulares y muy
personales intereses.
Apenas el 7 de julio se desarrollaron procesos electorales
en 14 entidades. En todos y cada uno de estos puntos estuvo presente este
movimiento. Usaron días hábiles e inhábiles para hacer presencia en uno u otro
punto; pero hicieron sentir su presencia en los 14 estados.
Sus protagonistas son de sobra conocidos.
Son –como dice la canción de los chilenos de “La Ley”--,
unos “adictos al poder”.
¿Sus nombres?
Mariana Gómez del Campo, Ernesto Cordero Arroyo, Javier
Lozano Alarcón, Roberto Gil Zuarth y finalmente María Luisa “Cocoa” Calderón.
Son, por supuesto, lo que queda del “calderonismo”.
Su presencia es constante en distintos foros, congresos, mítines,
actos de inicio o cierre de campaña.
Pese a sus acres enfrentamiento con Gustavo Madero, no han
dejado de hacer política y se han convertido en la referencia constante,
permanente, omnipresente en la vida del Partido Acción Nacional.
Son estos panistas los que hoy, afanosos muestran mayor
dinamismo y entrega que durante el sexenio fallido de su líder “moral” y
político: Felipe Calderón Hinojosa.
Toda la vertiginosa actividad que realiza este grupo
político no debe verse como producto de la casualidad.
Este grupúsculo tiene un claro objetivo: el retorno a los
Pinos en el año 2018. La estrategia de los calderonistas es ni más, ni menos
que brillante.
¿Quién es el asesor? ¿quién el estratega? ¿quién conduce y
guía?
Eso es, aún, una incógnita.
Pero sin duda hay un agente externo que diseña y evalúa
diariamente la ruta crítica de este grupo.
Las tácticas de los calderonistas son similares a aquellas
que en 1988 hizo célebre el entrañable Manuel de Jesús Clouthier Rincón,
“Maquio”.
Loa calderonistas retoman (por lo menos de forma) el
lenguaje de las acciones de Maquio. Han vuelto a sus enseñanzas, aunque sea en
apariencia.
Los calderonistas siempre autoritarios y viscerales ahora
buscan vínculos con la sociedad civil; siempre alejados de la base militante
ahora recurren a ella; siempre afectos a las complicidades vergonzosas (pactan
en el Senado con el PRI) pero buscan el acercamiento con los liderazgos
regionales albiazules.
Los calderonistas, si esos mismos que sin pudor y sin rubor
hicieron de la alianza con Elba Esther Gordillo el gran eje de su gobierno,
ahora recorren el país ostentándose como los “grandes demócratas”, “paladines” de la república.
Están dispuestos a hacer lo que sea para demostrar que son
“el PAN de Maquio”, el de la lucha civil, el que camina de la mano de la
sociedad, el que se enfrenta a los monopolios, el que hace de las tesis de
Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna letra viva.
Nada más alejado de la realidad.
Los calderonistas harán lo que puedan y dirán lo que deban para
volver a Los Pinos en 2018 llevando como candidata a Margarita Zavala.
Si la dama de la sonrisa agraciada, del gesto amable y atento,
del semblante generoso. Pero la misma cuyo paso por el sistema nacional DIF fue
ni más, ni menos que insulso y anodino.
¿Cuál fue la aportación de Margarita Zavala al DIF nacional?
¿Dónde estuvieron las acciones, las medidas para cobijar a
los miles, miles de huérfanos que dejó la Guerra creada e impulsada por su
esposo?
¿Cuándo presentó una sola acción para proteger a los
adolescentes, a los jóvenes que en los últimos años cayeron por miles en las
garras de las adicciones?
¿Dónde están los centros de atención, de apoyo, de ayuda a
las madres de todos esos jóvenes a quienes la Guerra Fallida de su esposo
convirtió en unos adictos?
¿Dónde quedaron los proyectos para la planificación familiar,
en un país con una explosión demográfica desbordada?
¿Cuándo se tomó una sola, una sola medida para el control en
los embarazos en adolescentes, niñas pariendo niñas, esto que se ha convertido en un desgarrador
fenómeno social?
¿Dónde estuvo la mano de Margarita Zavala frente a las miles
y miles de familias desarticuladas, destrozadas, despedazadas por los estragos
del Genocidio provocado por su marido?
Son preguntas que sin duda Margarita Zavala y los
calderonistas nunca responderán.
Nunca.
Pero si corresponde a los mexicanos contestar esas
interrogantes.
Pero sobre todo los
mexicanos y quienes escriben su historia nunca deben olvidar que Margarita Zavala
fue la gran mano que encubrió una de las mayores desgracias de este país; la
mayor tragedia infantil de esta nación.
Son del conocimiento de la opinión pública nacional, los
hechos ocurridos la tarde del 5 de junio de 2009, en Hermosillo Sonora.
Un incendio, probablemente provocado, causó la muerte de 49
bebés y dejó heridos a 76 más. Muchos de los cuales tendrán secuelas toda su
Vida.
En palabras de Daniel Gershenson “una tragedia de proporciones
bíblicas”.
La tragedia inenarrable, indescriptible de la guardería ABC.
Luego de los hechos la pareja que habitaba en Los Pinos, Margarita
Zavala y Felipe Calderón Hinojosa no hicieron pronunciamiento alguno durante
largos 13 meses.
Durante esos meses mostraron una total y absoluta
indiferencia frente a la mayor tragedia infantil de esta nación.
Luego de esos meses y ante una enorme presión social
Margarita y Felipe se vieron en la obligada necesidad de recibir a los padres
de la guardería ABC.
El reclamo, la petición, la demanda fue una sola: Justicia.
Así con mayúscula.
En una imagen para la historia queda la voz de una madre que
le dice al presidente de la República: “¿Tu qué entiendes por Justicia?”
Calderón no respondió.
Los socios propietarios de la guardería ABC Gildardo
Francisco Urquides Serrano, Sandra Lucía
Téllez Nieves y Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella gozaron
siempre de un cobijo protector único.
Y es que Marcia Matilde es prima de Margarita Zavala. Pero
también es tía de Lourdes Laborín, esposa de Eduardo Bours Castelo exgobernador
de Sonora.
Ante esto, todo el aparato de justicia fue inmovilizado.
Todo.
Desde la Procuraduría de Justicia del estado de Sonora,
hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pasando por el sistema
sonorense y nacional DIF, las Comisión estatal y nacional de los Derechos
Humanos, entre otras dependencias.
Hoy los padres de la guardería ABC siguen en la misma férrea,
incansable, inagotable lucha en busca de Justicia.
Es poco probable que la encuentren en este México.
Queda el camino de abrir procesos legales en los Estados
Unidos de Norteamérica, como hicieron las víctimas de Acteal en contra de
Ernesto Zedillo.
Una tarea titánica pero no imposible, que implicaría la
ayuda de agentes externos que financien y asesoren la lucha legal en contra de
los socios propietarios de ABC, de los funcionarios federales responsables,
incluyendo por supuesto a los grandes encubridores.
La gran prueba jurídica, la madre de todas las evidencias es
que la justicia mexicana no ha procesado a los responsables.
Ni siquiera se ha cumplido con el “debido proceso”.
Cabe mencionarlo.
Existe otra vía.
También existe la posibilidad de que los padres de la
guardería ABC entren a la política, busquen cargos de elección popular y desde
los congresos, local y federal construyan y constituyan un gran frente, un
movimiento para procesar a los responsables de la tragedia.
El apoyo social en su favor sería enorme.
Mientras se exploren esas posibilidades, el grupo de
calderonistas avanza todos los días en su proyecto por llevar a Margarita
Zavala a la presidencia de la República en el año 2018.
Saben de las rutas y pasos a seguir. Ya conocen el camino.
Y con ansia desmedida anhelan volver a abrevar de las mieles
del poder absoluto.
Ese poder que lo mismo les permitió hundir a un país en un
baño de sangre, que ignorar con infame indiferencia a las víctimas de la
guardería ABC.
Para todos los mexicanos solo queda una pregunta:
¿la mujer que tuvo el
poder superlativo para encubrir a los responsables de la mayor tragedia infantil
de esta nación merece ser presidenta?
De ninguna manera.
No podemos permitirlo.
Se lo debemos a la Memoria de 49 criaturas.
@estadofallidomx
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