Las preguntas que no
se hicieron a Mireles.
Por Jairo Guevara
Arroyo.
En una sociedad proclive, afecta, adicta a los mitos urbanos
el médico Juan Manuel Mireles Valverde rápidamente se convierte en una nueva
leyenda.
Mientras el ciudadano medio, como usted y como yo, nos vemos
en medio de dos fuegos.
En el lenguaje bélico se llama “fuego cruzado”.
Por un lado la versión oficial que se gesta en el Palacio de
Cobián y que tiene como su ejecutor al emporio televisivo y por otro frente los
cientos de páginas de facebook y twitter que pretenden presentar a Mireles como
el primer revolucionario mexicano del siglo XXI.
No son pocos los medios que han caído en el juego de estos
dos frentes.
Muy lejos ha quedado un verdadero análisis periodístico.
¿Quién es en realidad Juan Manuel Mireles Valverde? ¿cómo se
involucró en las organizaciones de autodefensa? ¿con qué recursos financieros se compraron los
fusiles de asalto, los cartuchos, los chalecos antibalas, las camionetas? ¿quién tendió los puentes de diálogo con los
prohombres del gobierno peñista?
Ahora no parecen equivocadas las versiones que aseguran
desde el seno del gobierno federal se auspició, se gestó y orquestó el
surgimiento de las “Guardias Comunitarias”.
De otra manera ¿cómo puede justificarse la compra de decenas
de fusiles AK-47, M-16, AR-15 en una entidad controlada por un grupo criminal?
Comprar en Michoacán un solo fusil de ese tipo habría
llamado la atención de los informantes del cártel.
Comprar decenas es imposible que hubiera pasado
desapercibido.
La duda es toral: ¿quién es el verdadero proveedor de armas
de las “Guardias Comunitarias michoacanas?
La cercanía del actual gobierno federal con el médico
Mireles es otro asunto que ha quedado más que evidenciado.
Luego de un accidente el líder las “Guardias Comunitarias”
fue internado en el Hospital Militar, esto de acuerdo a versiones de cuentas
cercanas a los voceros de su movimiento armado.
Versiones periodísticas afirman que fueron elementos de la
Policía Federal quienes cuidaron a “el alzado” durante su
hospitalización.
Pero nunca se indagó quién era el propietario de la avioneta
en la que viajaba Mireles, ni la matrícula. Tampoco se acreditaron las razones
por las que este personaje requería de una aeronave para su movilización
personal.
Luego, cuando fue dado de alta se contaron por decenas las
versiones que apuntan que fue sacado en un helicóptero oficial con rumbo
desconocido.
Hace apenas unas horas Mireles protagonizó un montaje al
estilo “García Luna” al parlar en red nacional un guión escrito al interés del gobierno
peñista.
Pero minutos más tarde expresó otra postura, otro guión,
frente a un selecto grupo de reporteros que fueron cubiertos y encubiertos para
que la guardia federal no se percatara de que estaban entrando a la casa de
seguridad.
Ante esta ambivalencia resulta obligado preguntarse: ¿con
quién está realmente la lealtad de Juan Manuel Mireles Valverde? ¿con la
burbuja federal que le prodiga protección o con los ciudadanos que se están levantando
en armas en Michoacán?
El gran riesgo estriba en que tanto Mireles como el gobierno
federal abandonen a su suerte a las “Guardias Comunitarias”.
Un repliegue estratégico significaría dejar espacios para
que sean liquidados por sus adversarios del crimen organizado.
@estadofallidomx
Foto tomada de excelsior.com.mx
Foto tomada de excelsior.com.mx
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