#Sinaloa: los negros días por venir.
Por @estadofallidomx
La mañana del viernes primero de mayo de 2015, un grupo de
sicarios del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) utilizó un lanzacohetes
ruso para derribar un helicóptero Cougar de la Policía Federal
que transportaba a 18 elementos a bordo.
Tres semanas después el viernes 22 de mayo se realizó un
operativo oficial en un rancho de Tanhuato, Michoacán, que derivó en la muerte
de 42 civiles y un policía.
Empero, pese a la ferocidad mostrada por las fuerzas policiales
y armadas para vengar la muerte de sus compañeros, queda en claro que estas
disputas tienen todo el apasionamiento de una rencilla momentánea.
Pero en la realidad, en los hechos cotidianos que se
perciben en las calles de Jalisco, Colima o Guanajuato, es evidente el Cártel
Jalisco Nueva Generación permanece incólume y sostiene el inusual crecimiento
mostrado durante los últimos años.
Si hay una realidad descarnada e inocultable es que las
finanzas del crimen organizado -su verdadera columna vertebral-, son intocables.
Los otrora implacables Luis Videgaray Caso y Aristóteles
Núñez Sánchez acosadores de los grandes emporios nacionales (aquellos que
aparecen en la revista Expansión),
jamás tocaron las estructuras financieras de la delincuencia organizada.
Ni por equivocación se atrevieron a hacerlo.
Una auténtica y verdadera lucha contra el crimen organizado
deberá partir del combate frontal, directo a su aparato financiero. Una
embestida directa a las propiedades, casonas, ranchos, fraccionamientos,
centros comerciales, hoteles; cuentas bancarias, movimientos y transferencias;
empresas ilegales y las legalmente constituidas que representan la maquinaria
de lavado de dinero.
Esa es la columna vertebral de la alta delincuencia.
Sus brazos son la narcopolítica, sus lazos, nexos y
relaciones con prominentes funcionarios federales, gobernadores y presidentes
municipales, con quienes trabajan en abierta y franca colusión.
La madrugada del viernes 30 de septiembre de 2016, en
Culiacán Sinaloa, un comando criminal desplazado en al menos 10 camionetas
emboscó a un convoy de efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, con
un resultado de seis caídos y diez gravemente heridos.
La operación dejó al descubierto la posesión de armamento de
alta capacidad de fuego, propio de ejércitos de primer mundo.
El sábado primero de octubre, el general Salvador Cienfuegos
Zepeda pronunció un enérgico y extremadamente encendido discurso en el homenaje
a los efectivos caídos.
El discurso anticipa una cacería implacable, imperdonable.
En los próximos días y semanas Sinaloa será un escenario
pocas veces visto: cientos de tanquetas y unidades y helicópteros; habrá decenas
de enfrentamientos e incontable número de abatidos.
La noche del mismo viernes 30 de septiembre llegó a Culiacán
un avión Boing 727 de la Fuerza Aérea Mexicana que trasladó a 100 oficiales de
élite, miembros de las Fuerzas Especiales; los llamados “GAFES”, el Grupo
Aeromóvil de Fuerzas Especiales.
Lo que sigue será la mayor demostración del aparato militar
mexicano en los últimos años.
Lo deseable es que este gigantesco despliegue bélico
verdaderamente reduzca, mengue el poder del crimen organizado no solo en
Sinaloa y estados vecinos, sino en todo el país.
Lo anhelado es que no quede en una rencilla como la de
Tanhuato, una venganza visceral y descarnada, sino que se traduzca en una
auténtica postura de Estado.
Ya veremos.
tw @estadofallidomx
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