En México
las víctimas tienen dos sepulturas.
Carta a la
familia Le Barón.
Adrián Le Barón
Julián Le Barón
Bryan Le Barón
Estimada familia Le Barón
Como ustedes saben en todo el país hay colectivos de madres
buscadoras.
Antes de continuar se debe hacer un paréntesis necesario.
Es un fenómeno muy especial que el 80 por ciento de las
personas que buscan son madres, porque los padres rara vez aparecen.
En México las madres buscan a sus hijos rascando la tierra
con sus propias manos.
Desde las búsquedas en la zona de Tijuana o en los predios
del estado de Veracruz los colectivos trabajan con recursos propios.
Lo que cada madre puede aportar; las monedas que cada quien
puede llevar.
Buscar el cuerpo de un desaparecido es como “buscar una
aguja en un pajar”.
No hay información oficial.
Las autoridades interrogan a algunos criminales, pero nunca
comparten la información.
Los colectivos recorren grandes extensiones de terreno
solamente con varillas o fierros.
Donde ven que la tierra del suelo está removida es porque
ahí puede -repetimos puede-, haber una fosa clandestina y comienzan a excavar.
Si estos colectivos de madres buscadoras tuvieran la
asesoría de instructores en perros de rescate y recibieran la donación de uno o
dos canes su labor sería mucho más sencilla.
En este sentido se hace necesaria la asesoría y conducción
de expertos en perros de rescate.
Un can necesita el debido entrenamiento que solo
especialistas pueden ofrecer.
Hay otro factor importante, los canes están entrenados para
rescatar personas con vida y se alegran al hacer su trabajo.
Pero cuando solamente encuentran cuerpos inertes y extintos,
tienen una especie de "depresión" canina.
Por eso es vital y necesaria la asesoría de expertos en perros
de rescate.
Si la familia Le Barón pudiera conseguir que alguna o algunas
escuelas de adiestramiento en Estados Unidos donaran algunos perros serían una
enorme contribución a los colectivos de madres buscadoras.
Por ejemplo, si hicieran una conferencia de prensa en un punto
público de Los Ángeles o en Nueva York la respuesta sería abrumadora.
Así, abrumadora.
Pero, familia Le Barón ¿qué sucede después de que se
encuentran restos humanos?
El Estado mexicano y sus instituciones de justicia no hacen
los perfiles genéticos encontrados.
Lo que pretende el gobierno mexicano es provocar que todos
esos restos humanos pasen al olvido.
En México las víctimas de la violencia tienen dos sepulturas.
La primera es la fosa que cavan los sicarios del crimen organizado.
Son los campos de exterminio.
La segunda sepultura es la que excavan los políticos. Son
los campos del olvido.
Porque los políticos mexicanos están igualmente interesados
en que esos cuerpos jamás sean encontrados.
Los funcionarios públicos cavan una segunda fosa, la de la
indiferencia gubernamental.
Procuradores, fiscales, agentes del ministerio público,
policías, gobernadores y hasta presidentes nunca mencionan la catástrofe humanitaria
que representa un país repleto de fosas clandestinas.
Dicen que no son iguales.
Y en realidad no son iguales, son peores.
Estimada familia Le Barón en una segunda carta trataremos la
situación de identificar los restos humanos.
Otra cruzada donde los colectivos están completamente solos.
En Veracruz el Colectivo Solecito hacia colectas,
"boteos" para realizar los estudios genéticos de los restos
encontrados, porque el gobierno estatal y federal nada hacen.
Absolutamente nada.
Saludos afectuosos familia Le Barón.
Estado Fallido
@estadofallidomx
México.
Noviembre de 2022.
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